Imagen: salón de espejos T Calderón
- La SEMINCI es uno de los festivales de cine más antiguos y prestigiosos de Europa, han pasado 61 años desde su nacimiento como Semana de Cine Religioso y Valores Humanos. La SEMINCI es un festival de cine de Autor, con mayúsculas, que increíblemente se ha consolidado en esta histórica, pero mediana capital de provincia, nebulosa en otoño y fría en invierno, ciudad culta y de poetas, dramaturgos y escritores, José Zorrilla, Jorge Guillén, Rosa Chacel, Miguel Delibes, o residentes ilustres como Miguel de Cervantes. La SEMINCI es genuinamente vallisoletana, pertenece a sus vecinos, que premian a la mejor película, el Premio del Público, independientemente del fallo concienzudo y técnico del jurado, las espigas de oro y plata, mejor director,… etc. La SEMINCI es patrimonio de Valladolid y de los vallisoletanos, y así deberá seguir siendo. Pero la SEMINCI también tiene que llegar a ser una industria cultural, una factoría de la cultura, capaz de exportar «Valladolid» a todo el mundo, como ha hecho la Renault desde Valladolid con sus automóviles. El fenómeno SEMINCI debería extenderse a lo largo de todo el año en sus múltiples y diferentes versiones culturales, no sólo cinematográficas, que también, y lo puede hacer principalmente en lo que yo considero son los dos grandes espacios culturales de la ciudad, el propio Teatro Calderón, su sede actual y el magnífico Auditorio Miguel Delibes sin dejar a un lado la aportación de un t Carríon o el mismo t Zorrilla entre otros.
En este enlace un poco de historia del Festival Andzrej Wajda, Yilmaz Güney, Manoel de Oliveira, Nikita Mikhalkov, Stanley Donen, Arthur Penn, Ken Loach, Abbas Kiarostami, Krzysztof Kieslowski, Gianni Amelio, Atom Egoyan, André Téchiné, Mike Leigh, Robert Guédiguian, Costa-Gavras, Films como Alguien voló sobre el nido del cuco (de Milos Forman), Primera plana (de Billy Wilder), El niño salvaje (de Françoise Truffaut), Loca evasión (de Steven Spielberg), Thelma&Louise (de Ridley Scott), La naranja mecánica (de Stanley Kubrick), La ciudad está tranquila (de Robert Guédiguian) o My name is Joe (de Ken Loach)
Miguel A. San Millán 